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En un mundo donde a menudo se cuestionan los valores y se busca desesperadamente un propósito, la historia de un joven adolescente resalta como un rayo de esperanza.

«Sentado en medio de los doctores de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas, todos los que lo oían quedaban maravillados por su inteligencia y sus respuestas.» (Lucas 2:46)

Este pasaje bíblico nos muestra cómo Jesús, a la temprana edad de doce años, sorprendía a todos con su forma de hablar y lo que decía. Un hecho similar ocurrió en un instituto de Asturias, donde un joven adolescente dejó a toda una clase maravillada durante una charla improvisada sobre el evangelio.

Prepárate para ser inspirado y desafiado a seguir su ejemplo, porque nunca se es demasiado joven o mayor para marcar la diferencia:

«Mi nombre es Isaí Fernández, tengo 15 años. A los 11 años acepté a Jesús en un campamento de niños, y desde ese momento mi vida cambió. Desde que conocí al Señor, he sentido una profunda inquietud por compartir su amor y el regalo de salvación que Él nos ofrece. Siempre que tengo la oportunidad, predico el evangelio a todas las personas que puedo, incluyendo a mis compañeros de clase. Mantenemos conversaciones sobre Dios y, si tienen alguna pregunta o duda, siempre intento responderles con gusto.

El ayuntamiento de mi ciudad organizó una charla sobre «La violencia entre los jóvenes» , la cual se iba a impartir en nuestro instituto. Después de una primera exposición sin mucho éxito, decidieron no continuar. Sin embargo, mientras estábamos comentando y evaluando la ponencia en clase, una compañera propuso en voz alta: «¿Por qué no da Isaí una charla sobre Jesús?».

La profesora no puso ninguna objeción, y mi respuesta fue: «¡Vale, sin problema!» En ese momento, me sentí abrumado; tendría la oportunidad de dar una charla por primera vez sobre mi fe.

El día esperado se acercaba, y sinceramente, no sentía muchos nervios. Me había preparado con oración, ayuno, argumentos y pasos a seguir. Durante mi preparación, pude aprender y conocer aún más sobre el amor de Jesús. ¡Qué hermoso regalo!

ISAÍ EN AVILÉS – EVANGELISMO IGLESIA AGUA VIVA

Llegó el día de la exposición. Tratamos varios temas como la existencia de Dios, las relaciones sexuales, el aborto, la teoría del Big Bang y la historia de los cristianos evangélicos. Fue muy interesante, pero lo más importante, y por lo que había orado fervientemente, llegó al final cuando transmití el mensaje del evangelio. Fue sencillo, claro y contundente. ¡Misión cumplida!

"Al igual que me usó a mí, puede usarte a ti. No importa tu edad, solo tu disposición."

¿Qué herramientas evangelísticas utilicé en la exposición? Vídeos de testimonios, un pequeño evangelio de Lucas para todos, folletos evangelísticos de TCCH, una lista de reproducción de música cristiana e incluso organicé un sorteo de tres Biblias.

Fue un tiempo maravilloso, lo disfruté mucho. Mis compañeros prestaron atención y mostraron un gran respeto. Me fui satisfecho, sabiendo que había hecho lo que Dios me pedía. Jamás habría imaginado tener esta oportunidad que se repitió por segunda vez a petición de toda la clase.

Doy gracias a Dios por este tiempo. ¡DIOS TIENE UN PLAN PARA TU VIDA!

Al igual que me usó a mí, puede usarte a ti. No importa tu edad, solo tu disposición. ¡Créeme, Él quiere usarte! No sé si habrá una tercera oportunidad, solo Dios lo sabe, pero sin duda, lo repetiría.»

Al finalizar este relato de valentía y determinación, queda claro que no hay límites, ni barreras cuando se trata de compartir el mensaje de Jesús. La historia de Isaí Fernández nos invita a reflexionar sobre nuestra propia disposición y compromiso para llevar la esperanza a aquellos que nos rodean.

Entonces, ¿qué esperamos? Sigamos su ejemplo y respondamos al llamado de Dios para ser mensajeros de esperanza y portadores de su amor. En nuestras manos están las herramientas evangelísticas (click aquí), y en nuestro corazón está la pasión por compartir las buenas nuevas.

¡Joven, hay algo que decir! ¡Iglesia, hay algo que decir! Levantémonos con coraje y determinación, y avancemos juntos en la misión de llevar la luz de Jesús a aquellos que aún no la han encontrado.

Que esta historia nos inspire a todos a ser valientes, apasionados y comprometidos en nuestro caminar con Dios.

¡Nunca es demasiado tarde, ni se es demasiado joven para comenzar a impactar vidas y cambiar el mundo con el amor de Jesús!

¡Queremos conocer tu testimonio!

¡Sabemos y creemos que Jesús sigue cambiando vidas!

Por eso, te pedimos que nos cuentes tu historia o de alguien a quien le has entregado un folleto o le has hablado de Dios. De esta forma, nos podemos gozar de lo que Dios está haciendo en España!

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