Es aceptar que nuestra vida no está en el camino correcto, que hemos errado y nos hemos alejado de Dios con nuestras actitudes: mentiras, engaños, envidia, celos, infidelidad matrimonial, desenfreno sexual, hechicería, ira…y otra serie de acciones que nos destruyen y rompen familias.
Arrepentimiento es ponerle remedio a esta situación. Es un cambio de mentalidad, producido con la ayuda de Dios, para cambiar de camino y de actitud.
Por nuestras fuerzas no podemos generar ese cambio, es imposible, pero si le invitamos a Dios a que venga a nuestra vida y nos ayude, Él lo va a hacer.
Arrepentimiento es pedirle perdón a Dios por nuestros pecados, pedirle ayuda para que nos transforme, abandonando y renunciando al pecado, y comenzar una vida nueva con Dios.